martes, 27 de marzo de 2018

GRACIAS

Y pasado el Lunes Santo, es tiempo de dar las GRACIAS.

GRACIAS a todos y cada uno de los nazarenos, verdadero sostén de nuestra cofradía, por su magnífico comportamiento.

GRACIAS a los costaleros del Señor, por su esfuerzo y tesón para que el dolor de la corona de espinas del Cristo de la Humildad y Paciencia sea más liviano.

GRACIAS a los costaleros de la Virgen, por ser sus tacones, por quererla y mimarla tanto, por hacer del andar del palio una auténtica delicia para los sentidos.

GRACIAS a los celadores por ser, un año más, los encargados de poner en la calle un cortejo ejemplar para dar testimonio de fe.

GRACIAS a los más de treinta monaguillos, el futuro de nuestra Hermandad y de la Semana Santa.

GRACIAS al cuerpo de acólitos.

GRACIAS a la penitencia.

GRACIAS a nuestros capateces, a Félix, a Sergio, a Leandrín, y sus auxiliares.

GRACIAS a la Banda de Cornetas y Tambores "Amor y Sacrificio" de Lebrija, de estreno en nuestro Lunes Santo, por poner vuestros magníficos sones tras el Señor.

GRACIAS a la Banda de Música "Nuestra Señora del Carmen" de Villalba del Alcor, también de estreno, por el magnífico y altísimo nivel musical demostrado tras el blanco palio de la Señora, así como el repertorio. Todo un orgullo para nuestra humilde corporación.

GRACIAS a nuestras hermanas bordadoras. La Hermandad estará eternamente agradecida con vosotras.

GRACIAS a José María Carrasco, que desde el primer día te nos ofreciste de forma totalmente desinteresada y únicamente guiado por el amor a Nuestra Señora de las Lágrimas.

GRACIAS a José Luis Bianchi, lugarteniente de la Virgen durante todo el año.

GRACIAS a los colaboradores.

GRACIAS a Rafael, a Manolito, a Manolo, a Leandrín, y por supuesto a nuestro Hermano Mayor, Leandro, que se desviven por nuestra Hermandad y sin los cuales nada de esto sería posible.

GRACIAS a Sanlúcar por recibirnos de forma multitudinaria y al Barrio Alto que demostró por qué a la Virgen -que no nosotros- la llaman "Reina del Barrio Alto".

GRACIAS a los que ya no están.

Y GRACIAS, en definitiva, a todas y cada una de las personas que de una forma u otra han contribuido para que el Lunes Santo 2018 haya sido un auténtico sueño hecho realidad.